Equidistancia Medioambiental

fotonoticia

La equidistancia en materias de salud y calidad de vida no es posible. Por tanto, el medio ambiente como sustentador natural de la salud y la calidad de vida de miles de ciudadanos no admite puntos medios ni medidas simétricas.

El pretender cumplir esa máxima tan utilizada, principalmente por políticos y profesionales o empresarios con intereses económicos, de "hacer compatible el progreso con la conservación de la calidad natural y del medio ambiente” es, en muchísimas ocasiones, imposible y una estrategia política de acomodación.

En Cantabria tenemos sobradas muestras de esa imposibilidad. A fuerza de ser sinceros hay algunas actuaciones de progreso que han conseguido no alterar de forma muy significativa la calidad de la naturaleza y del ambiente.

La estrategia de conseguir beneficios económicos, a veces enmascarados con la consecución de beneficios sociales en forma de mantenimiento de puestos de trabajo, permite a muchos políticos mantener situaciones de equidistancia en actuaciones que perjudican intensamente a miles de ciudadanos. Es la misma pésima actuación que mantendría un médico que no operaría un órgano infectado en el tiempo adecuado y al final se le muere el paciente.

La equidistancia en materia de medio ambiente es una fórmula que, además de inadecuada, permite rechazar las posibles soluciones e imposibilita que se analice seriamente el problema y se impida dar la respuesta adecuada a una solución incómoda. A veces hay que amputar un miembro para que el paciente pueda seguir viviendo.

El medio ambiente, la calidad de los ríos, la limpieza de la atmósfera, la belleza de los paisajes, el disfrute de la naturaleza, el respeto de los espacios y zonas naturales comunes y la calidad de vida y salud de los ciudadanos, no solo afecta a un grupo social, económico, empresarial o laboral, no es una cuestión de unos pocos, sino de muchos o de todos.

A veces, la perdida de la calidad de vida medioambiental y de la salud se hace tan agobiante, tan complicada su consecución o mejora, que la equidistancia del “hacer posible el mantenimiento de la situación de progreso(¿)” ya no sirve. Ya es tarde, ya no se puede llevar a cabo eso que dicen los deciden: “ya hemos probado todos los medicamentos que hay en el mercado, hemos gastado mucho dinero en buscar algún instrumento que ayude al paciente pero la infección sigue y hay que operar”

Recordamos esto porque hace unos días el nuevo consejero de Medio Ambiente del Gobierno de Cantabria volvía a repetir y mantener situaciones de equidistancia, ya aplicadas por su antecesor en el cargo, en algunos importantes temas sobre la solución a los problemas de salud y calidad de vida que afectan a miles de ciudadanos.

Imaginamos que el consejero tendrá sobre su mesa todos los análisis, los estudios, los diagnósticos las actuaciones, los resultados y los avances conseguidos con esas actuaciones. Tendrá un diagnostico.

Imaginamos que, con esas cartas sobre la mesa, no cometerá la estrategia política, e intelectual inclusive, de mantener la equidistancia y no asumir el compromiso de dar una solución a los miles de ciudadanos que sufren las consecuencias de mala calidad medioambiental y de vida por situaciones de solución imposible, al menos según la máxima aludida de "hacer compatible…"

Los gestores políticos tienen la noble, difícil y complicada tarea de facilitar la vida y el progreso de los ciudadanos que les eligen y a quien representan y, además mediante el juego de las mayorías. Las minorías son respetables pero no se pueden imponer a la mayoría, y menos en cuestiones de salud y vida.

Por ciertas actuaciones de equidistancia en materia medioambiental se está excluyendo del disfrute de un aire saludable, de un río limpio y de un paisaje decoroso a una importantísima cantidad de ciudadanos cántabros. Todos sabemos las dificultades de tener que decir no cuando lo cómodo y lo sencillo es decir sí, esto es, guardar la simetría, eludir el compromiso.

Las soluciones compatibles no siempre son posibles y entonces habrá que decir no. Seguro que esas negativas solucionan muchas situaciones equivocadas e interesadas y se comienza a atisbar un horizonte más limpio, más seguro, más saludable para la mayoría y, también para la minoría.

Como comenzábamos acabamos; también la equidistancia medioambiental, como la equidistancia ante ciertos planteamientos políticos, a veces es inmoral e injusta y por lo tanto indeseable.

Joaquín Díaz Rodríguez - Octubre 2003
icono Nuestra opinión