Cuenta una vieja leyenda que el día en que comenzaron en Torrelavega las obras del Teatro Concha Espina, eran tan escasos los presupuestos, que uno de los dos obreros que allí trabajaba, se fue a comer, quedándose dentro el compañero. Al salir del trabajo, cerró con un candado las vallas y, camino de casa pensó que, para lo que allí hacía, nunca más iba a volver.
El otro obrero estuvo esperando y esperando a su compañero, pero éste no regresó. Nadie le echó de menos; al parecer era un emigrante llegado de Rumania, sin familia ni conocidos, que acostumbraba a cantar fragmentos de ópera por las terrazas de los bares.
Pasó tanto tiempo, que el obrero rumano se mimetizó de tal manera con su entorno que acabó despareciendo sin poder salir jamás.
Veinte años más tarde, cuando ya nadie recordaba por qué estaba vallada aquella zona, se retomaron las obras del viejo, o ¿nuevo? Teatro, y acaba diciendo la leyenda que muchos de los recién llegados obreros se iban desesperados porque ocurrían fenómenos extraños y se oían voces como del más allá que cantaban canciones antiguas.
He recordado esta leyenda porque, por fin, hoy, 15 de Agosto de 2106, se va a inaugurar el Teatro, y como saben, con una obra interpretada por el biznieto de un otrora famoso actor nacido en Torrelavega y que fue nombrado Torrelaveguense Ilustre por el Grupo de Opinión Quercus.
Corre el rumor de que una conocida pitonisa descendiente de la famosa echadora de cartas de la Casa de los Ilegales ha tenido un contacto que le asegura que el fantasma va a hacer acto de presencia en esta première.
Solicito para este fantasma un lugar privilegiado en el patio de butacas, por su paciencia y su fe en el final de las obras, al igual que para el pueblo de Torrelavega reclamo un aplauso por su doliente espera con la labor de sus dirigentes y que tuvo que acabar haciendo una cuestación popular para poder hacer realidad una más que vieja reivindicación, su Teatro. Y como lo pagaron ellos, consiguieron 900 butacas. Enhorabuena Torrelavega.
Con todo mi respeto y admiración a los obreros del teatro.
Por cierto, esta noticia debe ser un rayo de esperanza para los amantes de la Real Sociedad Gimnástica. Sólo queda un año para el segundo centenario del equipo y ya han pintado las rayas del campo. Sed pacientes..
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